Tu baile reclama lo conseguido
Ser resorte de mi consorte,
molde de mis quejidos,
luz entre el polverío,
amor de primera al corte,
del huerto… mi regadío
mi granito, mi monte.
Yo crucecita del olvido,
mirada de besos perdidos
El sur… mi laberinto… mi norte,
ni comprado, ni vendido
pobre príncipe, rico mendigo.
Aun así, pides que sea tu soporte
el aguante se tus estribos,
riendas de tu horizonte.
En que lomos, flor, has caído
en que silencio, en que tronío
por más que
me importes
no puedo ser tuyo, cuando no… soy…ni mío.
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