Es que no puedo, con esto yo no puedo
Cada mañana cuando acudo a mi empleo
entristezco, me avergüenzo de lo que veo
Colas llenitas de pobres desesperados
Carnet en la boca, trabajos sin nombre
Humillados y desamparados
No hay peor castigo para un hombre
Que verse varado,
Dios mío que de parados,
como tu crucificados, en el monte del olvido.
Ni sus títulos los han salvado
dispuestos a darlo todo por perdido,
forzados por un cruel despido.
Sin embargo hay quien no malgasta la ocasión
Para hacer derroches de agonía
Los mismos señores que un día,
dieron paseítos de ambición
Llenándose los bolsillos con fajos de ironía
Pisoteando nuestra constitución
Donde estas, bendita democracia
Que permites inhumana situación
en 5.000.000
de casas, 5.000.000 de familias…
Dios mío,Dios mío... que desgracia.
(Todo mi ánimo y fuerza a todos los que están pasando por ello)
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