Ejercito mis sueños
recorriendo
el laberinto de mis fantasías,
sudando los errores, expulsando
el pasado,
entreno al futuro y
alecciono las ideas.
Reparo los daños,
colocando paños,
para desintoxicar las
heridas
que se impregnaron de
veneno
sufrido durante guerras perdidas.
Pero hasta el más
pobre necio
sabe que toda rehabilitación
de una dolorosa lesión
lleva consigo un alto
precio.
Ya no me rindo, en el horizonte la meta diviso,
como siempre para el último esfuerzo,
Cuento contigo mi fiel
terapeuta
Y tu gotero repleto de
oxígeno, de moral… de besos.
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